sábado, 13 de mayo de 2017

Trayecto de la capacidad funcional

El proceso de envejecimiento involucra cambios en el individuo que pueden influir en su vida, algunas personas pueden manifestar deterioro funcional y por ende pueden presentar algún grado de dependencia para realizar sus actividades de la vida diaria.

La autonomía del adulto mayor se relaciona con su salud física y/o mental, que puede contribuir en su capacidad funcional, que según autores como Curcio y Gómez significa "la facultad presente en una persona para realizar las actividades de la vida diaria sin necesidad de supervisión, dirección o asistencia, es decir, la capacidad de ejecutar tareas y desempeñar roles sociales en la cotidianidad, dentro de un amplio rango de complejidad”. Según los mismos autores, "la capacidad funcional está estrechamente ligada al concepto de autonomía, definida como el grado en que hombres y mujeres pueden funcionar como deseen hacerlo; esto implica tomar las propias decisiones, asumir las propias responsabilidades y por tanto reorientar las propias acciones”.
Conviene analizar la relación existente entre función y enfermedad, en tanto la presencia de enfermedad puede afectar la funcionalidad de diferentes órganos y tejidos del individuo, a esto le llamaremos:
Proceso de la dependencia: Aparece con la presencia de la una patología ya sean estas Enfermedad de Alzheimer, Enfermedad de Parkinson, Diabetes y entre otras, luego de la presencia de una patología sigue la aparición de deficiencia: que corresponden a las alteraciones que afecta el funcionamiento normal de uno o más órganos del cuerpo humano y esto producto de este se va a generar lo que se denomina limitación funcional en el cual se verán afectadas para llevar a cabo acciones físicas o mentales. Los factores mencionados anteriormente son fundamentales para el inicio del proceso de  la dependencia.
Sin embargo, es necesario reflexionar que no todas las enfermedades generan pérdidas funcionales, la suma de enfermedades no produce necesariamente alteración funcional, la alteración funcional no infiere en forma paralela al grado de intensidad de la enfermedad, y se ha demostrado que las enfermedades agudas y la hospitalización producen, con gran frecuencia, pérdidas funcionales.
Cuando se habla de funcionalidad de una persona se hace referencia a la capacidad de una persona de llevar por sí misma la orientación de sus actos, hacer lo que ella o él desee de su entorno, realizando las actividades de la vida diaria desde el punto de vista psíquico, físico y social.
Estas actividades se clasifican en:
  • Básicas (ABVD), o actividades físicas que consisten en que la persona sea capaz de realizar de forma independiente las actividades relacionadas con seis aspectos: bañarse (aseo personal), vestirse, usar del baño, desplazarse, alimentarse y tener presente la continencia fecal y urinaria.
  • Actividades instrumentales (AIVD), que son un poco más complejas que las anteriores en tanto requieren la interacción de procesos mentales, sociales, culturales y físicos de mayor exigencia con el requisito de instrumentos que les entregan mayor seguridad para poder hacerlas. Estas son: usar el teléfono, realizar compras, preparar los alimentos,  cuidado de la casa, utilizar los medios de transporte, administrarse los medicamentos y ser capaz de utilizar el dinero en forma adecuada y responsable.
Evaluaciones:

Existen varias escalas para medir la capacidad funcional; todas tienen limitaciones y por sí mismas no son suficientes para una apreciación del estado funcional de la persona; entre ellas están: el Índice de Katz, la escala de valoración física de Barthel, el Índice de Barthel, la escala de incapacidad de Cruz Roja, PACE II, la escala de Lawton y Brody y la escala de Plutchick de valoración geriátrica. En la literatura encontramos que las escalas más difundidas, de más aplicación y de mayor facilidad han sido la de Lawton y Brody y el índice de Katz.
  • Para poder medir A.B.V.D.  se aplica  de la escala de valoración de Barthel, donde se miden estos seis aspectos: bañarse (aseo personal), vestirse, usar del baño, desplazarse, alimentarse y tener presente la continencia fecal y urinaria.
  • Para  poder medir A.I.V.D. se aplica la escala de valoracion Lawton y Brody, donde se miden  estos seis aspectos: usar el teléfono, realizar compras, preparar los alimentos,  cuidado de la casa, utilizar los medios de transporte, administrarse los medicamentos y ser capaz de utilizar el dinero en forma adecuada y responsable. 
El grado de funcionalidad se puede clasificar en:
  • Adulto mayor autovalente sano: es aquella persona mayor de 60 años con características físicas, funcionales y mentales y sociales van de acuerdo a su edad cronológica. Esta persona es capaz de comer, vestirse, bañarse, desplazarse, utiliza el teléfono, lee, puede hacer sus trámites personales, etc.
  • Adulto mayor frágil: la autonomía de esta persona está afectada ya sea por factores físicos, ambientales, psicológicos, económicos y/ sociales.
  • Adulto mayor dependiente: Es aquella persona mayor a 60 años que no es capaz de llevar a cabo las actividades de la vida diaria y por ende tiene la necesidad de contar con el apoyo desde un tercero para poder desarrollar las AVD.
Capacidad funcional de los ancianos
Son Circunstancia o conjunto de condiciones, cualidades o aptitudes, intelectuales y físicas, que permiten el desarrollo de algo, el cumplimiento de una función, el desempeño en la vida de los ancianos.

En cuanto a la capacidad funcional de los ancianos para la realización de las actividades básicas de la vida diaria (ABVD) y de las actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD), se presentará  un cuadro donde se demuestran resultados  de un estudio en una población adulta.

Cuadro 1. Grado de dependencia en las ABVD por grupos de edad. Índice de Katz con ajuste de Neurociencias



Análisis de resultados:

  • Todos los ancianos presentan dependencia, bien en las ABVD con un 82,5 % o en las AIVD.
  • Un poco más de la mitad de los ancianos 52,5% presentó dependencia severa.
  • El 20% mostró dependencia moderada, lo que significó la disposición parcial de su capacidad para ejecutar este tipo de actividades.
Entonces se concluye  que en la mayoría de los casos  requieren de ayudas instrumentales o acompañamiento total o parcial para la satisfacción de sus necesidades básicas.

Capacidad funcional: Mantención y/o Mejoría. Capacidad funcional.

Una perspectiva que abarca todo el ciclo vital para el  mantenimiento del nivel más alto posible de capacidad funcional.

Los cambios en el ambiente pueden bajar el umbral de discapacidad.

La rehabilitación influye directamente en la calidad de vida.

Resumen:
  1. Trayecto de la capacidad funcional que va desde la independencia (n1) hasta la dependencia y muerte (n6).
  2. Independencia: los adultos aparentemente sanos.
  3. Enfermedad: Adultos que presentan enfermedades crónicas no trasmisibles.
  4. Fragilidad: Adultos con multimorbilidad  sumados a una debilidad o una facilidad para deteriorarse.
  5. Discapacidad: Síndrome geriátrico (limitación física o mental).
  6. Dependencia: Usuario depende de un cuidador.
  7. Muerte
Los cambios que son normales del envejecimiento pueden no presentar problemas significativos en su estado funcional, pero en las personas que presentan enfermedades que se involucran los órganos, extremidades o mente van a manifestar declinación en el estado funcional de la persona llevándoles a la dependencia. Estos problemas de salud si no son intervenidos a tiempo pueden conducir al individuo a situaciones incapacitantes, dependiente de un cuidador e incluso la muerte.
Referencia: Av. Enferm, Volumen 26, Número 1, p. 43-58, 2008. ISSN electrónico 2346-0261. ISSN impreso 0121-4500. Univercidad Nacional De Colombia, revista anual.

Bibliografía:
Álvarez, J & Macías J. (2009). Dependencia en Geriatría. Salamanca: Universidad de Salamanca.

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