La física dice que para que
exista sonido se requiere de
tres elementos: un cuerpo que vibre, un soporte físico
por el que pueda transmitirse y una caja de resonancia que amplifique las vibraciones, permitiendo que un oído
las pueda percibir.
El sonido humanamente audible consiste en ondas sonoras que producen oscilaciones de la presión del aire, estas son convertidas en ondas mecánicas en el oído y percibidas por el cerebro. La propagación del sonido es similar en los fluidos, donde el sonido toma la forma de fluctuaciones de presión.
La propagación del sonido involucra transporte de energía sin transporte de materia, en forma de ondas mecánicas que se propagan a través de la materia sólida, líquida o gaseosa. Como las vibraciones se producen en la misma dirección en la que se propaga el sonido, se trata de una onda longitudinal.
Las cualidades o parámetros que permiten diferenciar un sonido de otro son intensidad, timbre, duración y tono.
- Intensidad: La intensidad del estímulo auditivo se mide en decibeles y es la que mide la fuerza con la que fue transmitido el sonido.
- Timbre: Es la característica de cada sonido que lo hace diferenciase de otro, es (propio de cada sonido).
- Duración: Permite saber el tiempo por el cual es transmitido el sonido.
- Tono: Permite la distinción entre un sonido grave y otro agudo. Las frecuencias agudas nos permiten mejorar la discriminación de los fonemas del habla, y las frecuencias graves permiten captar los parámetros esenciales del habla como ritmo y entonación.
La ciencia que estudia el
sonido, es la acústica, la cual proporciona
ciertos parámetros acústicos perceptibles por el ser humano, estos son:
sonoridad, altura y duración. Que en física se conocen como amplitud,
frecuencia y tiempo.
Para la física, el sonido
es una onda de presión longitudinal producida por una fuente de vibración
mecánica, que se propaga en un medio elástico.
La física clasifica los
sonidos en dos grandes grupos: simples y complejos (Delgado, 2001).
El movimiento armónico
simple se entiende como un movimiento continuo que organiza todos los sonidos
del habla, percibiéndose como un tono puro.
Un sonido complejo se forma
a partir de la suma de armónicos simples de distitntas frecuencias; es por esto
que el sonido del habla se entiende como un movimiento complejo, que se genera
por la apertura y cierre de las cuerdas vocales. Durante estos movimientos las
partículas de aire ingresan al tracto vocal produciendo una vibración lo que
genera como resultado el habla.
La onda sonora compleja
posee ciertos parámetros que permiten caracterizarla, cuyos valores son:
- Jitter: 0-1db
- Shimmer: 0-3db
- Frecuencia fundamental: Mujer 250db. Hombre 125-135db.
Otro aspecto considerado
como uno de los fenómenos más importantes para la producción del sonido es la
resonancia en la cual participan diversas estructuras del tracto vocal.
La vibración de las cuerdas
vocales estimula las partículas de aire cercanas a ellas, las que trasmiten
este movimiento a las paredes del sistema resonador y según los parámetros
acústicos y fisiológicos, será la producción del sonido.
Es por esta manera que la
amplificación de los armónicos producidos en la laringe serán en función al tipo
de resonador en el que el sonido vibra. En el caso de la voz las cavidades
supraglóticas son las encargadas de esto, creando una relación inversa entre
forma:
- Resonadores grandes= amplificarán armónicos de baja frecuencia.
- Resonadores pequeños= amplificarán armónicos de alta frecuencia.
Bibliografía:
Fundamentos de la identificación vocal de hablantes del español de Chile: Una mirada fonoaudiológica. Universidad de Chile (Tesis). Santiago, Chile. 2011. http://repositorio.uchile.cl/bitstream/handle/2250/114903/TESIS%20%282%29.pdf?sequence=1
Fundamentos de la identificación vocal de hablantes del español de Chile: Una mirada fonoaudiológica. Universidad de Chile (Tesis). Santiago, Chile. 2011. http://repositorio.uchile.cl/bitstream/handle/2250/114903/TESIS%20%282%29.pdf?sequence=1
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