Las funciones ejecutivas son un conjunto de habilidades cognoscitivas que permiten la asociación de ideas, establecimiento de metas, inicio de movimientos, acciones operaciones mentales, autorregulación, además de la selección precisa de los comportamientos y conductas con las cuales podemos llevar a cabo tareas más complejas, siendo una función vital en nuestra vida diarias, con la cual nos podemos organizar en el tiempo y en espacio.
Funciones ejecutivas presentes en nuestra vida diaria.
Funciones ejecutivas presentes en nuestra vida diaria.
- Planificación: desarrollo de planes de acción que nos permiten generar objetivos y poder elegir el más adecuado anticipándonos a consecuencias.
- Memoria de trabajo: capacidad de almacenamiento temporal de la información espacio en donde la información específica está disponible para la manipulación y transformación durante un periodo de tiempo.
- Razonamiento: facultad que nos permite resolver problemas de diversa índole de manera consciente estableciendo relaciones causales entre ellos.
- Flexibilidad: habilidad que nos permite realizar cambios en algo que ya estaba previamente planeado, adaptándonos así a las circunstancias de nuestro entorno.
- Inhibición: capacidad de ignorar los impulsos o la información irrelevante tanto interna como externa cuando estamos realizando una tarea.
- Toma de decisiones: proceso de realizar una elección entre varias alternativas en función de nuestras necesidades, sopesando los resultados y las consecuencias de todas las opciones.
- Estimación temporal: capacidad de calcular de manera aproximada el paso del tiempo y la duración de un suceso o actividad.
- Ejecución dual: capacidad de realizar dos tareas al mismo tiempo (dichas tareas deben ser de diferente tipo), prestando atención a ambas de manera con una capacidad de organizar y realizar tareas óptimamente de manera simultánea, intercalándolas y sabiendo en qué punto están cada una en cada momento.
¿Para qué sirven las funciones ejecutivas?
Las funciones ejecutivas nos diferencian de otras especies animales, que reaccionan de manera automática a los estímulos ambientales presentes.
El ser humano, por el contrario, dispone de estas habilidades cognitivas para resolver situaciones complejas, novedosas o no familiares, cuando las conductas habituales no nos resultan útiles o apropiadas y no sabemos exactamente qué hacer y cómo hacer para lograr nuestro propósito. Es entonces, cuando las funciones ejecutivas actúan y nos ayudan a elegir y planificar la conducta más adecuada.
Las funciones ejecutivas nos diferencian de otras especies animales, que reaccionan de manera automática a los estímulos ambientales presentes.
El ser humano, por el contrario, dispone de estas habilidades cognitivas para resolver situaciones complejas, novedosas o no familiares, cuando las conductas habituales no nos resultan útiles o apropiadas y no sabemos exactamente qué hacer y cómo hacer para lograr nuestro propósito. Es entonces, cuando las funciones ejecutivas actúan y nos ayudan a elegir y planificar la conducta más adecuada.
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